He de admitir que me encanta recordar.

Y aquí me hallo, recordando viejos tiempos. Aquí me hallo recordando aquellos días de intenso amor junto a ti. Sólo sé que me envolvías en tus brazos, me abrazabas, me besabas. 

He de admitir que me encanta recordar.

Recuerdos que recuerdo, recuerdos que jamás serán olvidados. 

Me pasan continuamente por la cabeza aquellos días de invierno que pasábamos juntos en aquella habitación acostados en la cama, abrazados viendo una película que nunca terminabamos de ver, de hecho, jamás he visto el final. 

También recuerdo aquellos paseos por aquel lugar tan desconocido para mi, aquel lugar al que fui junto a ti con la mayor ilusión del mundo. Aquellas noches juntos en el salón escuchando la lluvia caer mientras veíamos CSI Miami, luego Bones y por último Pretty woman. Recuerdo también que todo lo veíamos en inglés, pero eso no me importaba. Recuerdo esas noches hablando contigo hasta las tantas de la madrugada.

Me acuerdo perfectamente de aquel día que partimos hacia Birmingham, ese día en el que conocí a muchas personas especiales, a tu familia. Todo fue genial, pero sobre todo fueron dos personas, dos personas que me llenaron de felicidad en tan sólo media hora. 

Recuerdo cada centro comercial, recuerdo cada uno de los Macc-donals a los que fuimos, no me olvidaré tan fácilmente de aquellas enormes hamburguesas y de aquellos batidos de chocolate que no tenían fin. Son tantos los recuerdos que me invaden la mente...

Recuerdos buenos y no tan buenos, recuerdos que me encanta recordar y otros que me hacen sentir que ésto que sentimos es grande, que ésto que sentimos jamás terminará, que no tiene un límite. 

Ahora mismo son cuatro pequeños años de recuerdos, tan sólo cuatro. Espero tener muchísimos años más de grandes recuerdos, de experiencias, de besos, de caricias, de cariño, de enfados, de alegrías, pero contigo, sólo y exclusivamente...

Contigo.