Me alegra saber que estás ahí a pesar de cómo estás. Me alegra saber que jamás me abandonarás pase lo que pase, porque a pesar de todas las discusiones sé que todo lo haces por nuestro bien, porque nos quieres.
Sé que a pesar de todo lo que estás pasando aún te quedan fuerzas para seguir adelante, para mirarnos y sonreir, para hacernos llorar de la risa, para hacernos llorar después de una discusión.
Me alegra saber que te tengo aquí para lo que haga falta, aunque a veces sólo sepas refunfuñar. Para mi cada refunfuño tuyo es un recuerdo más. Siempre recordaré cada uno de los consejos que me has dado, pero sobre todo nunca olvidaré aquel que me diste cuando pasé por aquel momento que tú sabes.
Gracias por intentar aparentar que estás bien, aunque ya no sea creíble. Gracias por regalarnos cada sonrisa, cada mirada, cada enfado. Gracias por ponerte a imitar el sonido de la gallina, del perro o del lobo. Gracias por imitar a Chano el de Clave de Já, porque cada vez que lo haces es una sonrisa más.
No sé exactamente lo que pasa y tampoco sé lo que pasará, sólo sé que estoy orgullosa de que seas como eres, estoy orgullosa de que seas la primera persona que veo cuando me levanto cada mañana, orgullosa de que seas la persona que me trae una napolitana de chocolate todos los sábados, orgullosa de que seas tú el que se come todos los helados que guarda la abuela en el congelador para mi cuando viene de vacaciones y orgullosa de que seas alguien tan importante en mi vida.
Te quiero. Estaré contigo siempre.